Entre mesas, sillas y manteles, es posible ver percheros colmados de indumentaria muy original (que difícilmente se pueda encontrar en un comercio del centro), accesorios de moda, mesas plagadas de aros y anillos artesanales, iluminación, entre otros.
Durante los fines de semana tanto en los bares de la esquina de 17 y 71, como en el Pasaje Dardo Rocha, El Rincón de los amigos, El Copetín y Caetano, entre muchos otros, este nuevo fenómeno gana cada vez más adeptos, especialmente del público femenino, que logran que en horarios donde no era común ver bares colmados de gente estos se llenen de público.
Una muy buena iniciativa que ya se había puesto en práctica en Capital Federal y que esta haciéndose fuerte en nuestra ciudad.
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